Los desprendimientos en fachadas ocurren con mucha frecuencia, y pueden constituir un peligro para las personas que pasan por la calle.
Qué es un desprendimiento de fachada:
Es un proceso en el que se da la separación de un material de acabado o elemento singular del soporte sobre el que está aplicado. Es diferente de la erosión, que es la pérdida de material provocada por impactos, rozaduras o por agentes atmosféricos como el viento o la lluvia. En el desprendimiento un material se separa de otro sin ser parte de la misma unidad. Los desprendimientos se pueden iniciar con grietas o abombamientos hasta que se separa totalmente dejando desnudo el soporte.
Pueden aparecer en cualquier material, principalmente en aquéllos que están adheridos y que conforman la piel externa del edificio, pueden ser de tipo continuo, como chapados, monocapas, etc., y también en otros elementos, como cornisas, losas de voladizo, aleros, etc. Los desprendimientos pueden ser parciales, donde sólo se desprende una parte, o generales, donde se desprende todo el elemento.
Causas:
Las causas que pueden originar los desprendimientos pueden ser las siguientes:
- Una baja calidad de los materiales.
- Una mala elección en la técnica de ejecución a la hora de construir la fachada.
- El envejecimiento del revestimiento y la antigüedad del edificio (que comporta una pérdida de las propiedades originales del material).
- La orientación de la fachada (cambios bruscos de temperatura, la lluvia, heladas, etc.).
- La exposición a la contaminación atmosférica.
Revisión de un Técnico y Reparación:
Es muy importante contactar con un técnico para efectuar revisiones periódicas para evaluar el estado de las fachadas, además en caso de tener desprendimientos en éstas, el técnico debe revisar el problema y detectar las causas que han producido los desprendimientos antes de efectuar cualquier reparación, ya que, si no se procede de éste modo, con el tiempo se volverán a producir los mismos problemas y nuevos desprendimientos.